Y me pregunto el porqué...
Trato de evadir las situaciones dolorosas... distraer mi mente, no quedarme ociosa, evitar pensar, recordar situaciones pasadas... cuando no me daba vergüenza demostrar lo que sentía por ti porque era demasiado cría... porque tu me demostrabas lo mucho que me querías... lo mucho que me has querido siempre... a pesar de que la última vez que nos vimos te costó reconocerme... quizá por lo inesperado de mi visita...
Tiempos que, lamentablemente, ya no volverán... visitas que no podré realizar... a ti ya no... y sigo preguntándome porqué trato de evadir mi mente... pensar en cualquier cosa, antes que parar a recordar lo feliz que era hace mucho y jugábamos a que me hacías cosquillas con los pajaritos de sus manos... a pensar en que la última vez que hablé contigo te lo recordé... y me sonreíste e intentaste hacerme cosquillas de nuevo... Cosquillas que tantas risas me robaron...
Imagino que en algún momento, me enseñaron que si muestras tus emociones, tus sentimientos, te haces vulnerable... fácil de atacar... quizá por eso sólo he podido llorar cuando la he abrazado a ella... y cuando me he obligado a recordar lo mucho que
te quiero...